Los jugadores del Barça llevan un chute de optimismo a las habitaciones de Vall d’Hebron

La casilla del calendario de Adviento que hoy han abierto los niños y niñas ingresados en el Hospital Universitario Vall d’Hebron venía con una sorpresa en forma de experiencia: la visita de los jugadores del Barça. El primer equipo del FC Barcelona ha regresado esta mañana al Hospital Infantil para cumplir una de sus tradiciones navideñas. La excepcionalidad de una temporada marcada por el Mundial ha obligado a comprimir el calendario de Liga y, dado que el derbi contra el Espanyol se disputa el 3 de enero, la visita a los niños hospitalizados se ha adelantado.

Tras el entrenamiento en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, los jugadores Jules Koundé, Marcus Rashford, Marc-André Ter Stegen y Tommy Marqués se han desplazado hasta Vall d’Hebron, donde han recorrido varias plantas de hospitalización pediátrica. Habitaciones, pasillos y controles de enfermería han sustituido, durante un rato, la rutina competitiva. Regalos, postales firmadas, fotografías y breves conversaciones han ido tejiendo una visita discreta, sin escenificaciones, pero cargada de significado para los niños y adolescentes ingresados, y también para sus familias.

La delegación azulgrana ha sido recibida por los responsables asistenciales de Vall d’Hebron. El Dr. Albert Salazar, gerente del hospital, ha querido subrayar el valor de estos momentos en un entorno donde el tiempo avanza de otra manera. Los jugadores se han dividido en dos grupos para acceder a las distintas unidades, entre ellas las áreas de hospitalización pediátrica, trasplantes, oncología y hospitales de día, siempre siguiendo los protocolos médicos del centro.

Más allá del impacto puntual, la visita deja una huella que no siempre se ve, pero que se percibe. Para los niños, rompe la monotonía hospitalaria con una irrupción inesperada; para las familias, ofrece un momento de respiro; para los futbolistas, es un recordatorio del peso real que puede tener un gesto sencillo fuera de los estadios. El ganador de la caza de autógrafos ha sido Jerónimo, un paciente oncológico de Vall de Hebrón que está alojado en la Casa de los Xuclis dónde ha estado con Ferran y Marc Casadó. Ha tenido tiempo de 'còrrer' a Vall de Hebrón, encontrar los cuatro jugadores y organizar una fotografía con parte del equipo enfermería de oncología pediátrica. "Me vuelvo a los Xuclis super feliz con la firma de Tommy, Ter Stegen, Kounde y Rashford!", ha dicho enseñando su libreta como si fuera un trofeo.

Este año, además de una bolsa con obsequios, los jugadores han repartido pulseras solidarias azulgranas, que simbolizan el apoyo de la comunidad culé a los niños y adolescentes con enfermedades graves. Se pueden adquirir por 9,99 euros y los fondos recaudados se destinan a ampliar el proyecto en hospitales pediátricos de Cataluña, como el de la Universo Digital de Vall d’Hebron.

Es Navidad todo el año

La acción se enmarca en el programa de bienestar emocional que impulsa la Fundación FC Barcelona, con visitas periódicas a hospitales pediátricos de Barcelona. En una temporada comprimida, el club ha querido preservar esta cita, aunque haya sido necesario desplazarla de su lugar habitual en el calendario.

La competición no se detiene. Pero durante unas horas, en Vall d’Hebron, el fútbol ha jugado otro partido, lejos de los focos, pero igual de importante.