El Edificio Central del VHIR, reconocido como la mejor obra de arquitectura en la XVII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo

El Edificio Central del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) ha sido distinguido con el máximo reconocimiento de la XVII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU), que lo ha seleccionado como ganador en la categoría “Obras de Arquitectura y Urbanismo”.

La Bienal ha destacado su papel como pieza clave en la transformación del Vall d’Hebron Barcelona Hospital Campus, así como su capacidad para unir funcionalidad científica, sostenibilidad, integración urbana y una concepción espacial diseñada para fomentar la cooperación entre equipos de investigación. En este sentido, el edificio representa un modelo innovador de infraestructura científica capaz de expresar, a través de la arquitectura, una vocación pública y un compromiso con el progreso social.

Un edificio para impulsar la investigación del siglo XXI

Inaugurado en diciembre de 2024, el Edificio Central del VHIR configura un nodo de investigación dentro del campus, con casi 17.000 m² distribuidos en diferentes niveles que alojan laboratorios, espacios técnicos, áreas dedicadas a la innovación, zonas de terapias avanzadas y una instalación de ciclotrón que permitirá desarrollar nuevas estrategias de diagnóstico y medicina personalizada. El interior, organizado mediante corredores amplios, patios de luz y espacios de encuentro informal, favorece una interacción fluida entre grupos multidisciplinares y promueve una cultura científica abierta y colaborativa.

La arquitectura, obra de los estudios BAAS Arquitectura y Espinet/Ubach, se ha concebido con especial atención a los materiales en su estado natural y a la expresividad de elementos como el hormigón visto, la madera y el acero sin artificios. Esta apuesta responde a una sensibilidad mediterránea que reivindica la pureza y la sinceridad constructiva, al tiempo que potencia la eficiencia energética y el confort ambiental. La luz natural es protagonista en todo el recorrido, generando espacios agradables y saludables con impacto directo en el bienestar de los equipos de investigación.

El edificio se ha integrado en una topografía exigente, convirtiéndose en una nueva puerta de entrada al campus y en un punto de articulación de circulaciones entre el hospital, las zonas verdes y los equipamientos docentes y científicos del entorno. La cubierta ajardinada se ha diseñado como una extensión del parque, con la voluntad de ofrecer un refugio natural para profesionales y visitantes y, al mismo tiempo, actuar como un mecanismo de regulación térmica del edificio.

La obra ha recibido también una notable acogida ciudadana, con cientos de visitantes durante el 48h Open House Barcelona, y fue previamente galardonada con el Premio FAD de Arquitectura 2025 por su elegancia, precisión y vocación urbana.

Un galardón que premia la mejor arquitectura del país

La XVII BEAU, considerada una de las plataformas más exigentes y prestigiosas de la arquitectura española, ha reunido más de 570 propuestas en sus distintas categorías. Este año se ha articulado bajo el lema “La arquitectura como política de cambio - Flujos Comunes”, que reivindica una arquitectura consciente de los flujos contemporáneos que atraviesan la sociedad: los materiales, la energía, los datos, las personas y los impactos ambientales. En este contexto, el proyecto del VHIR ha destacado entre las 40 obras finalistas por la manera en que articula soluciones constructivas innovadoras con una clara vocación de servicio público.

Desde 1991, la BEAU reconoce las obras más significativas de la arquitectura y el urbanismo españoles e impulsa una reflexión colectiva sobre los retos de la disciplina. La edición 2025, comisariada por los arquitectos Ander Bados y Miguel Ramón, ha puesto en valor una arquitectura conectada con el territorio y sensible a los impactos de la hiperconectividad contemporánea. La Bienal, que combina exposiciones, actividades públicas y un catálogo de difusión internacional, se ha consolidado como una plataforma esencial para dar visibilidad a las obras que definen el escenario arquitectónico del país.

La construcción del edificio ha sido posible gracias a la concesión por parte de la Generalitat de un préstamo de 17,3 millones de euros, junto con los 12 M€ procedentes del Programa del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de Catalunya 2021-2027, las aportaciones de la Fundación “la Caixa” (3 M€), Ferrer (250.000 €), los fondos propios del VHIR y las contribuciones de otros donantes privados.