Los tratamientos dirigidos de duración limitada para la leucemia linfocítica crónica pueden ser tan eficaces como las terapias continuas

Los resultados del ensayo clínico de fase 3 CLL17 demuestran que los tratamientos dirigidos de duración limitada para la leucemia linfocítica crónica pueden ser tan eficaces como las terapias continuas, que se mantienen indefinidamente en el tiempo. Concretamente, el estudio comparó dos combinaciones de duración fija basadas en venetoclax frente al tratamiento continuo con ibrutinib. En el estudio se demuestra que el tratamiento de duración fija no es inferior al tratamiento continuo.

El Dr. Francesc Bosch, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Vall d’Hebron y del Grupo de Hematología Experimental del VHIO, en representación del Grupo Español de LLC (GELLC), ha participado en este ensayo internacional cuyos resultados se han publicado en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM).

La leucemia linfocítica crónica (LLC) es un cáncer de la sangre que afecta a los linfocitos B, un tipo de glóbulo blanco. Se caracteriza por una evolución lenta y es más frecuente en personas mayores. En muchos casos, los pacientes no presentan síntomas al diagnóstico y no requieren tratamiento inmediato, sino seguimiento. Sin embargo, existen tratamientos que permiten controlar la enfermedad manteniendo una buena calidad de vida de los pacientes.

Tratamiento continuo versus tratamiento de duración fija

El tratamiento de la LLC ha evolucionado hacia el uso de terapias dirigidas, gracias a un mejor conocimiento de las características biológicas de la enfermedad. Inicialmente, estas terapias se administraban como tratamientos continuos, mantenidos hasta la progresión de la enfermedad.

Posteriormente, al observarse que las combinaciones de fármacos logran respuestas más profundas, se introdujo el concepto de tratamiento dirigido de duración fija tanto en pacientes con enfermedad en recaída o refractaria como en primera línea. “Estos tratamientos ofrecen ventajas como periodos libres de terapia y una posible reducción de la toxicidad a largo plazo, aunque existía la duda de si podían ser tan eficaces como los tratamientos continuos” explica el Dr. Bosch.

Dado que las terapias dirigidas se aprobaron comparándolas con quimioterapia, no se disponía de evidencia directa que comparase ambas estrategias. En este contexto, este estudio evalúa de forma prospectiva la eficacia del tratamiento continuo con ibrutinib frente a regímenes de duración fija basados en venetoclax en pacientes con leucemia linfocítica crónica no tratados previamente.

El tratamiento de duración fija no fue inferior al tratamiento continuo con en términos de supervivencia libre de progresión

En el ensayo participaron 909 pacientes con leucemia linfocítica crónica que recibieron o bien un tratamiento de duración limitada (venetoclax–obinutuzumab o venetoclax–ibrutinib) y uno continuo (ibrutinib). Tras un seguimiento medio de casi 3 años, los resultados mostraron que los tres tratamientos controlaron la enfermedad de forma similar.

A los tres años, alrededor del 80% de los pacientes seguía sin progresión de la enfermedad en los tres grupos, lo que demuestra que los tratamientos de duración fija fueron tan eficaces como el tratamiento continuo.

Un dato especialmente relevante es que, tras finalizar el tratamiento, una proporción mucho mayor de pacientes tratados con venetoclax no presentaba enfermedad detectable en sangre: más del 70% con venetoclax–obinutuzumab y casi el 50% con venetoclax–ibrutinib, frente a ninguno en el grupo tratado con ibrutinib continuo. Esto indica respuestas más profundas con los tratamientos de duración limitada.

Los resultados muestran que es posible tratar eficazmente la enfermedad sin necesidad de una terapia indefinida, ofreciendo a los pacientes opciones igualmente eficaces y con periodos libres de tratamiento.

“En conjunto” afirma el Dr. Bosch, “este trabajo aporta una evidencia sólida que respalda un cambio de paradigma en el tratamiento inicial de la leucemia linfocítica crónica, al consolidar los tratamientos de duración fija como una alternativa eficaz, segura y más flexible para la mayoría de los pacientes. El seguimiento a largo plazo permitirá confirmar la durabilidad de las respuestas y definir mejor qué pacientes se benefician más de cada opción terapéutica”.